jueves, 11 de enero de 2018

porque de ellos será el reino de los cielos

Casi todos los días leo las portadas de los periódicos en internet. La política ocupa la mayor parte de las noticias. Corrupción, juicios de ex-dirigentes políticos, amenazas cruzadas entre líderes de países y diferentes formas de interpretación de las acciones de diputados, ministros o presidentes según la orientación política del periódico consultado. Nada nuevo bajo el Sol.
Todo iba tan previsible como siempre, hasta que ayer leí una noticia que me dejó helada la sangre... y el alma. Resulta que a unos adultos de una zona de bajo nivel económico de Perú se les ocurrió la "feliz" idea de emborrachar a dos niños de siete años, ante la atenta mirada de otros adultos que no dudaron en grabar el fabuloso acontecimiento, como si fuese un espectáculo. Realmente fue un espectáculo, sí, un espectáculo bochornoso, vergonzoso, ilegal, indigno, esperpéntico, inhumano, aterrador y me faltan adjetivos para describir la escena.
Aquí os dejo el enlace del artículo:
https://elpais.com/internacional/2017/06/16/mundo_global/1497598669_341398.html

Cuando terminé de verlo reflexioné: ¿Cómo es posible que en pleno siglo XXI se pueda permitir semejantes vejaciones a los niños sin que nadie los proteja? Muchos derechos universales de los niños, muchas iniciativas "Ningún niño sin juguete" y muchas voces denunciando "el aumento de la obesidad infantil en Occidente"- no digo yo que estos proyectos sean inadecuados- pero nos estamos olvidando de lo más importante: proteger al menor del abuso de los adultos.
Después de haber visto este vídeo, grité a los humanos con rabia : No se puede permitir esta falta de respeto al menor, y da igual lo incultos, lo paletos o impresentables que sean los adultos de Perú que emborracharon a los niños. No se puede permitir. Como tampoco se puede permitir la prostitución infantil, la conformidad de algunas religiones de tolerar bodas de niñas prepúberes, la ablación como acto cultural, la falta de medios básicos como el alimento, las vacunas o la escolarización, la explotación infantil o los malos tratos físicos a menores. No se puede permitir, repito. Todos los países del mundo deberían hacer leyes para blindar la infancia. No es una utopía. Me niego a que esto sea una utopía en el siglo XXI. Si hemos llegado hasta la Luna, hasta Marte y estamos coqueteando con la inteligencia artificial, estas imágenes debería avergonzarnos como especie.

Entonces, ¿a qué esperamos para moldear el mundo? ¿Acaso no estamos en la cima de la evolución? ¿O es solo un espejismo?