lunes, 23 de septiembre de 2013

Más Blas de Lezo y menos Cristiano Ronaldo

¡Que sí! Que Cristiano toca el balón de lujo, le da vueltas y mete goles como panes, lleva un peinado “superlomás”,tiene coches que no tocaré en la vida, una novia muy guapa con unos labios profundos y dinero para enterrarnos a todos ¡Sí! Cristiano y otros muchos antecesores como Zidane, Cruyff, Maradona, Pelé, Zarra, etc… tienen un talento natural con el balón que los hace únicos para una cosa: jugar muy bien al fútbol y haber conseguido ser famosos. No le voy a quitar el mérito de sus logros, pero, ¿el fútbol es tan importante en esta sociedad? Pues parece que sí, porque los adoramos como si fueran dioses. Darle a un balón con maestría puede ser fascinante, pero de ahí a que sean héroes… Si en vez de un balón tuviese en frente a un león, o a otro gladiador podríamos cambiar el concepto. Esos sí eran héroes: mataban o morían. Pura adrenalina, la supervivencia en estado puro. No me extraña que las patricias de la época romana, pagasen por acostarse con los gladiadores vencedores (con los vencidos no, claro, por razones obvias). Las crónicas cuentan que cuando un gladiador vencía, algunas patricias pagaban por tener sexo con un hombre sudoroso y lleno de sangre del contrincante muerto. Ahora nos puede resultar algo escandaloso, pero en aquella época, la valentía era un valor muy erótico. A mí me lo sigue pareciendo, mucho más que el fútbol, pero claro, es cuestión de gustos. Me“pone” Blas de Lezo, ese almirante, cojo, tuerto y manco que humilló a la Armada Inglesa con 6 navíos frente a los 195 buques ingleses. Toda una prueba de resistencia estratégica. A ver si alguien tiene huevos de llamar “discapacitado” a Blas de Lezo, o siguiendo con genios, a Ray Charles, o a Beethoven, o a Stephen Hawking ¡Pero qué ignorantes somos los humanos! Una cosa es documentarlo en un papel, para dar facilidades a los que la vida les ha dado dificultades y así intentar igualar las posibilidades para vivir dignamente frente a los no“discapacitados” y otra cosa es creerse esa “discapacidad”.¿Cómo voy a creerme que la nadadora paralímpica Teresa Perales, con más medallas ganadas que el General Prim, sea una “discapacitada”? ¿A quién se le ha ocurrido semejante gilipollez? Nosotros, los que nos hacemos llamar “humanos”, somos nuestro cerebro. Nos diferenciamos de los otros animales por algo exclusivo de la evolución del homo sapiens:
EL PENSAMIENTO. Es nuestra única capacidad genuina. Hasta que no nos quiten la posibilidad de poder pensar, sentir, soñar, amar, no dejaremos de ser “capacitados”. La única “discapacidad” real que asumo en el ser humano es la ausencia de pensamiento y de sentimientos. Lo demás son papeles con porcentajes inventados por “iluminados” para etiquetar lo absurdo.
Si usted ve poco, un 30% de “discapacidad”, si ve aún menos, pongamos un 47,5%, y si no ve ni torta un 94,3578% ¡Pues vale! Ponga usted números y le dice al abogado Miguel Durán que tiene un 94,3578% de“discapacidad”, a ver si se lo cree o a ver si se lo cree alguien. Mientras tanto, yo seguiré admirando a Blas de Lezo y a todos los valientes que vencen los obstáculos de la vida. Para mí, los que ven sin ojos, los que caminan sin pies, los que comen sin manos o los que hablan sin voz son como yo o cualquier otra persona. No siento ni pena ni compasión por ellos, porque cada cual llevamos nuestras propias cruces. Todos hemos nacido con la misma “capacidad”de pensar y de sentir, aunque cada uno sienta y piense como le dé la real gana. La libertad de pensamiento y el derecho a la libre expresión; esas frases tan desgastadas en nuestra Democracia. De momento, podemos continuar pensando libremente. Este sigue siendo un país libre…repito, de momento.

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