Efectivamente,
España es un país de pandereta. Penúltimo panderetazo: Día 1 de
diciembre. Belén Esteban como portada de Magazine, el suplemento
semanal de “El Mundo”. ¡Toma ya! Sin anestesia. ¿Desde cuándo
Belén Esteban ha ganado méritos para aparecer como portada del
suplemento semanal de un periódico con rigor periodístico
acreditado? Una mujer que ha vendido su intimidad, su salud, sus
problemas, sus cirugías estéticas y su dignidad; sin más profesión
que hablar sobre su ex, la familia de su ex y hacer comer el pollo a
su hija. Una mujer que no representa a nadie, por más que quieran
empeñarse sus asesores de marketing. ¿Cómo vamos a aconsejarles a
nuestros hijos que se esfuercen y estudien si los medios de
comunicación aplauden a personas incultas que se dedican a faltar el
respeto a los demás?
¿Para qué tantos estudios sobre fracaso escolar, tanto cambio de siglas en la educación, tanta comparativa de éxito académico entre países si resulta que luego las portadas de los periódicos las ocupan personas salidas de las “televisiones basura”?Desgraciadamente, en la televisión cada vez hay más programas donde aparecen personas poco “leídas y escribidas”. Los analistas nos hacen creer, enseñándonos una cuota de pantalla (así lo llaman), que sólo nos interesa los “poblemas”personales de Paquirrín. Habrá alguien con un interés especial por Paquirrín (su madre, por lo menos) y a veces, hasta hace gracia, como hacen gracia otros personajes con similar perfil. Verlos en una pantalla puede ser un antídoto contra el aburrimiento. Uno de los objetivos de la televisión puede ser diversificar el modo de entretenernos. Eso sería lo ideal. No se pretende atormentarnos exclusivamente con programas culturales o documentales de la 2, pero repasando la programación de diferentes cadenas, a una le da ganas de apagar la tele y hasta taparla con un paño. Ni mencionar las cadenas autonómicas. Algunas son como para echarse a llorar. Menos mal que algunas radios se resisten todavía al cutrerío de la mediocridad.
¿Para qué tantos estudios sobre fracaso escolar, tanto cambio de siglas en la educación, tanta comparativa de éxito académico entre países si resulta que luego las portadas de los periódicos las ocupan personas salidas de las “televisiones basura”?Desgraciadamente, en la televisión cada vez hay más programas donde aparecen personas poco “leídas y escribidas”. Los analistas nos hacen creer, enseñándonos una cuota de pantalla (así lo llaman), que sólo nos interesa los “poblemas”personales de Paquirrín. Habrá alguien con un interés especial por Paquirrín (su madre, por lo menos) y a veces, hasta hace gracia, como hacen gracia otros personajes con similar perfil. Verlos en una pantalla puede ser un antídoto contra el aburrimiento. Uno de los objetivos de la televisión puede ser diversificar el modo de entretenernos. Eso sería lo ideal. No se pretende atormentarnos exclusivamente con programas culturales o documentales de la 2, pero repasando la programación de diferentes cadenas, a una le da ganas de apagar la tele y hasta taparla con un paño. Ni mencionar las cadenas autonómicas. Algunas son como para echarse a llorar. Menos mal que algunas radios se resisten todavía al cutrerío de la mediocridad.
A
los que aún nos queda alguna neurona viva, nos extraña ese empeño
en convertirnos en los “paletos” oficiales de Europa, como nos
extraña y personalmente me cabrea, la portada de Belén Esteban en
un periódico de información. Habrá que recordarle a Pedrojota
aquello de la mujer del Cesar, lo de no serlo y además no parecerlo.
Pues eso, Pedrojota: seamos serios, porque a este paso, vamos a
acabar todos como las maracas de Machín... si no lo estamos ya.
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