jueves, 12 de diciembre de 2013

Vodafone Sol y la Cienciología

¿Quedamos por el centro para ir de compras?- me propone mi amiga desde el otro lado de la línea telefónica.
¡Vale!-respondo entusiasmada pensando en el ambiente navideño del centro de Madrid-Nos vemos en Sol, justo a la salida del metro, en media hora.
Ya no se llama Sol- me corrige- Ahora se llama Vodafone Sol.
¿Vodafone Sol?- pregunto incrédula- Pero si Sol es una estación de metro mítica de Madrid. No creo que hayan tenido la poca vergüenza de mercadear con la ciudad de esta forma.
Temo decirte que la han tenido. A lo mejor quieren poner todas las líneas así para sacar dinero. Lo mismo Callao será Evax*Callao, Tribunal será Koipesol Tribunal y así sucesivamente. La ciudad vendida al mejor postor. El poder del vil metal...
Mi amiga tiene razón, la ciudad vendida al mejor postor y nadie se ha quejado viendo cómo se desquebraja la esencia de Madrid. A este paso, cambiarán el nombre de “La Cibeles” por “La Cibeles Coca-Cola” y nos parecerá normal porque todas las líneas de metro y monumentos emblemáticos habrán ampliado su nombre por un nombre más publicitario. Cuando vengan los turistas de otros países, se harán fotos en “La Cibeles Coca-Cola”, en “Gran Vía Cola-Cao” o en el “Museo del Prado Loreal”.¡Qué ridículo!
Todos estos pensamientos me vienen a la cabeza mientras cojo la línea 1 hacia Vodafone Sol y mi vista se fija en uno de esos anuncios publicitarios colocados en las paredes de los pasillos que van hacia los andenes. La mayor parte del cartel lo ocupa la cara de una niña con aspecto virginal. Unos grandes ojos verdes resaltan sobre el resto de la foto confiriéndole un halo de misticismo sobrenatural. Este rostro bien podría haber pasado por modelo de algún pintor renacentista si éste hubiese querido representar las virtudes del paraiso celestial. Debajo, una invitación para afiliarte a la Cienciología, esa organización a la que pertenece algún actor famoso de Hollywood. Entre sus creencias, los adeptos a la Cienciología admiten la existencia de alguien llamado Xenu, un dictador de la Confederación Galáctica, que hace 75 millones de años trajo miles de millones de personas a la Tierra en naves espaciales parecidas a aviones DC-8. Después los desembarcó alrededor de volcanes y los exterminó con bombas de hidrógeno. Tras eso, sus almas (en inglés
body thetans ) se juntaron en grupos y se pegaron a los cuerpos de los vivos, generando caos hasta la actualidad. Esta creencia no es en sí peligrosa, parece más fantasiosa que peligrosa, pero hemos de preguntarsnos si la Cienciología representa a una religión o a una secta. En España parece estar considerada como religión pero en Francia la consideran como una secta, ratificado por el Tribunal de Casación hace unos meses. Si los franceses tienen razón, como indica la lógica según las pruebas presentadas, lo peligroso del anuncio es la invitación a pertenecer a una secta. Estas asociaciones aniquilan el pensamiento de los individuos; lo transforman en dogma de fe para satisfacer el mantenimiento de la propia organización. Los convierte en esclavos y les arrebatan la posibilidad de sobrevivir fuera de la comunidad sectaria infundiéndoles temores y sentimientos de culpabilidad que acaban por minar sus autoestimas hasta destruirlas por completo. Si la Cienciología no es una secta, se le parece mucho. En www.sectas.org se expone con una claridad meridiana las características y los entresijos de estas formaciones pseudoreligiosas.
Pues bien, la Comunidad de Madrid nos está animando a pertenecer a la Cienciología. Probablemente ni ellos mismos lo sepan, porque ni la alcaldesa ni su séquito viajan en metro. Pero la realidad es que han otorgado competencias a una empresa de publicidad con pocos escrúpulos a la hora de elegir el producto a vender. Por lo menos podrían haber valorado la sentencia de país vecino antes de lanzarse a publicitar una empresa tan conflictiva. Tirando de hemeroteca recordemos que en 2012 el Tribunal de Apelaciones de Francia confirmó una pena contra la Asociación Espiritual de la Iglesia de la Cienciología y el Celebrity Centre por estafa y por ser una banda organizada, siendo condenados a pagar 400 000 y 200 000 euros de multa respectivamente. Sus responsables fueron condenados al pago de multas de 10 000 a 30 000 euros y dos años de cárcel. Todo esto no ha servido para que los gobernantes de nuestro país tomen medidas de protección contra este tipo de asociaciones; al contrario, favorecen con su beneplácito la mal llamada “libertad de culto religioso”en este caso concreto, si tomamos por cierta la sentencia francesa. No sé si esto me produce más indignación que lo de Vodafone Sol o las dos cosas por igual y no sé si ambas me producen más indignación que rabia o al revés. Vodafone Sol y la Cienciología… Poderoso caballero es don Dinero. ¡Mal camino llevamos!


*Mi máximo respeto a las marcas usadas como ejemplo. En ningún momento he querido ironizar sobre el producto al que representan.


2 comentarios:

  1. Teatro Häagen-Dazs Calderón ... (Madrid)

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  2. Interesante reflexión pero es bueno recordar que, paradójicamente, Francia no es precisamente un ejemplo de defensa del derecho a la libertad de religión...no hay más que pasarse por sus múltiples templos devastados por los excesos de la Revolución o, sin ir más lejos, la prohibición a que las mujeres que, libremente quieren hacerlo, luzcan un burka. Frente a Francia, tenemos los Tribunales Superiores de Justicia en España, Reino Unido o Alemania, que reconocen que Scientology sí es una religión, en la línea de la novedosa línea jurídica de "religiones no teístas" (como el propio budismo). Un saludo.

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